¿Estamos muy lejos de pensar tener un 8M sin acoso callejero? ¿Cuánto nos falta en Guatemala para transitar en los espacios públicos sin tener que oír molestos comentarios? ¿Sabes que según el Observatorio Contra el acoso Callejero 1 de cada 3 mujeres[1] en Guatemala sufre acoso en su diario vivir? ¿Sos hombre y también te molesta el acoso callejero que sufren las personas? Si esta serie de preguntas te hacen ruido y te incomodan es porque este 8M estás haciendo algo positivo, estás dejando de normalizar e invisibilizar esta problemática que ha estado latente por años en nuestra sociedad.
En el marco del día internacional de las mujeres es un buen momento para cuestionarnos ¿por qué seguimos normalizando tantas violencias?, el acoso callejero es una de ellas que además ha sido invisibilizada, la hemos interiorizado en la cotidianeidad de nuestras vidas y relaciones, tanto en espacios públicos como privados. ¿Pero porqué ha pasado? ¿Qué no estamos haciendo como sociedad para evitar esta forma de violencia sexual? ¿Cómo hemos construido este imaginario legitimando esta expresión como algo natural?
¿Por donde podemos empezar para ir modificando este escenario? Hoy comparto tres acciones puntuales: 1) desaprendamos, 2) reconstruyámonos y 3) resocialicémonos.
El #8M es un buen momento para empezar a desaprenderlas formas violentas de relacionarnos que hemos aprendido en nuestras casas, escuela, trabajo, medios de comunicación y culturalmente.
Hoy, #8M 2019 es oportunidad para reconstruirnos analizando los roles de género hetereonormativos que vivimos y reproducen la violencia, es un buen momento para analizar las masculinidades tóxicas patriarcales.
Este 8 de marzo resocializacemos en la base del respeto, inconscientemente hemos enseñado desde la infancia a hombres y mujeres que es normal relacionarnos con violencia, reproduciendo enseñanzas desde una perspectiva que construye una masculinidad violenta, viviendo como consecuencia violencias en espacios públicos y privados.
¿Y por qué debemos prestar atención a estas tres acciones? Los datos recolectados por el Observatorio Contra el Acoso Callejero[2], nos muestran este escenario de violencia sexual, exponiendo una Guatemala actual donde se vulnera a las mujeres en su diario vivir; en 2018 hubo alrededor de 219 reportes de acoso callejero a mujeres entre 21 a 30 años, y ocho reportes de acoso callejero a hombres entre 21 a 30 años. En 2018 nos reveló que el 90% de las víctimas de acoso sexual son mujeres y 74.8% de las víctimas de acoso callejero han recibido comentarios obscenos u ofensivos de carácter sexual.
Este 8M de 2019 te invitamos a reflexionar qué cambios sociales podemos propiciar para que el acoso callejero como expresión de violencia sexual en los espacios públicos deje de limitar la libertad de las mujeres y las niñas; su capacidad de participación en la esfera pública, la convivencia social entre hombres y mujeres basada en el respeto a los derechos humanos.
Les invitamos a conmemorar este 8M analizando cómo deconstruir lo aprendido, qué nuevas normas y expresiones sociales podemos aprender que nos conduzcan a un verdadero respeto de los derechos de las personas a un actuar ético y a un estado de paz entre los individuos en sociedad, en donde todos transiten libremente por los espacios públicos.
¡Porque las calles también son nuestras!
Licda. Andrea Lourdes López Véliz
Voluntaria de Estudios
OCAC GT